jueves, 29 de abril de 2010

2) LA AMORTIGUACIÓN DE LA DESIGUALDAD SISTÉMICA


Las relaciones de producción capitalista se articulan sobre la base de una relación desigual básica entre el capital y el trabajo. A partir de allí las políticas de empleo.

Atender lo social no es una concesión, sino que constituye, en una democracia, tratar de hacer respetar los derechos fundamentales de sus miembros. Lo que está en juego es, en el fondo, como plantea Naciones Unidas, una cuestión de derechos humanos violados. Como resalta el informe sobre desarrollo humano:

La erradicación de la pobreza constituye una tarea importante de los derechos humanos en el siglo XXI. Un nivel decente de vida, nutrición suficiente, atención de la salud, educación, trabajo decente y protección contra las calamidades no son simplemente metas de desarrollo, son también derechos humanos.

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